jueves, 7 de enero de 2016

Riesgos los días de calor


El verano suele ser esperado por los niños y jóvenes con gran entusiasmo por las vacaciones, el tiempo libre, las salidas y los juegos al aire libre. Los días
de alta temperatura y humedad (ola de calor) pueden transformarse en un gran riesgo para la salud por lo que debemos informarnos, estar atentos y tomar las medidas necesarias de prevención.

¿Qué sucede cuando hace calor o mucho calor?


El cuerpo intenta disipar el calor que genera a través de la transpiración, y aumenta la circulación de la piel para perder calor (por radiación), aunque este mecanismo no es muy útil en los días calurosos

Si le es posible hacerlo solo el niño se desabriga, busca lugares frescos y ventilados e ingiere más agua. Los bebés y niños pequeños dependen de la ayuda de un adulto para esto.

Cuando hace mucho calor, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura y ésta puede elevarse (más de 37° medida en la axila) por deshidratación, agotamiento del mecanismo natural del sudor y desajuste del centro cerebral que controla la temperatura corporal. Si esto ocurre, sobreviene el agotamiento por calor y de persistir, más grave aún, el golpe de calor.

¿Cuáles son los síntomas del AGOTAMIENTO POR CALOR? 


Sudoración excesiva
En los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina)
Piel pálida y fresca
Sensación de calor sofocante
Sed intensa y sequedad en la boca
Calambres musculares
Agotamiento, cansancio o debilidad
Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos
Dolores de cabeza
Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños)
Mareos o desmayo

¿Qué hacer con un niño con agotamiento por calor?


Ofrecerle agua fresca (también agua con ½ cucharita de sal por litro)
Ofrecerle con más frecuencia el pecho a los lactantes
Trasladarlo a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado frío
Desvestirlo
Ducharlo o mojarlo en todo el cuerpo con agua fresca
Aquietarlo y ponerlo a descansar
Consultar a su pediatra o a un Centro de Salud

 ¿Cuáles son los síntomas del GOLPE DE CALOR?


El golpe de calor sucede cuando el agotamiento por calor se agrava. Los síntomas de un golpe de calor son los siguientes:

Temperatura del cuerpo 39° o mayor (medida en la axila)
Piel roja caliente y seca (se agota la transpiración)
Agitación
Dolor palpitante de cabeza
Vértigos, mareos y desorientación
Delirios, confusión o pérdida de conocimiento
Convulsiones
Debemos estar alertas a estos síntomas y consultar con urgencia.

¿Qué hacer ante un golpe de calor? 


Llamar inmediatamente a un servicio de emergencia o ir hasta el Centro de Salud más cercano.
Llevar al chico inmediatamente a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado frío.
Quitarle la ropa y enfriarlo rápidamente mojando con agua fría todo el cuerpo.
Darle de beber agua, si está consciente.
Qué no hacer

No se debe administrar medicamentos antifebriles (no son útiles en esos casos y pueden empeorar al niño).

No se debe friccionar la piel con alcohol (causa intoxicación)

¿Quiénes tienen mayor riesgo ante un golpe de calor?


Los menores de 5 años y más aún los menores de 1 año
Las personas con enfermedades crónicas, cardíacas, renales, mentales o neurológicas
Los niños con fiebre por otra causa o diarrea
Los niños con diarrea
Los niños obesos
Los niños desnutridos
Las personas con la piel quemada por el sol
Las personas que usan y abusan de bebidas con alcohol y drogas
Con ellos se debe aumentar las medidas de prevención, estar muy alertas para detectar la presencia de estos síntomas y en este caso o ante la duda no demorar la consulta médica.

¿Cómo prevenir un golpe de calor? 


Cuidar la hidratación y la alimentación:


Dar a los niños agua o jugos naturales en forma frecuente sin esperar a que los pidan.
Darle el pecho más seguido a los lactantes.
No ofrecer bebidas con cafeína o azúcar en exceso.
No ofrecer bebidas muy frías (causan dolor de estómago).
No ofrecer líquidos o comidas calientes o pesadas.
Incorporar sal en mayor cantidad que lo habitual.

Buscar diferentes maneras de refrescar el cuerpo:


Bañarlos o mojarles todo el cuerpo con frecuencia.
Proponer actividades tranquilas y evitar juegos que los hagan transpirar demasiado.
Evitar que estén expuestos al sol, menos aún en horario del mediodía o a la tarde temprano.
Si deben estar bajo el sol, ponerles sombrero de ala ancha, usar protectores solares (factor 15 o mayor) y hacer frecuentes descansos a la sombra.
Procurar que permanezcan en los lugares más frescos y ventilados.
Si están en casa, usar ventiladores teniendo en cuenta que no son suficientes para refrescar cuando la temperatura ambiente es muy elevada.
De ser posible, estar por momentos en ambientes con aire acondicionado frío, en su casa o en los lugares públicos que lo posean.
Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o mejor aún, desvestirlos.
Nunca los deje dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
El golpe de calor puede ser muy grave, con los primeros síntomas o ante la duda no demore la consulta con su pediatra o en el Centro de Salud más cercano.

 Indicaciones para los jóvenes y adolescentes:


No consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido. No es conveniente tomar cerveza ante la sed y el calor.
Evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes. Mejor reunirse y charlar con amigos, escuchar música o leer.
Sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.
Recordar las recomendaciones generales sobre la hidratación, alimentación y refrescar el cuerpo.
Recuerden: los abuelos mayores, como los más chicos, son muy vulnerables al calor. Cuidémoslos.

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