viernes, 17 de febrero de 2012

Recomendaciones para la crianza de niños sin violencia


En los tiempos actuales las situaciones de violencia que afectan a nuestros niños (sean en calidad de víctimas o testigos) están en creciente aumento. Las desigualdades sociales, la gran competitividad del mundo moderno, el estrés cotidiano, las necesidades insatisfechas, la angustia, la frustración, la intolerancia, son algunos determinantes de comportamientos violentos.

La violencia es una conducta aprendida: quien vive en un clima de agresión, asume que ése es el patrón normal de comportamiento. Se genera de este modo el círculo vicioso de la violencia: la persona recurre a conductas violentas lo cual genera en otro una violencia reactiva hacia la primera, aumentándose con ella su nivel de agresividad. Por ello un hogar violento, generará niños violentos.

Definiendo el problema
Es necesario diferenciar la agresividad natural de la violencia patológica. La agresividad es una actitud temperamental innata al ser humano y a todas las especies animales; y resulta útil y positiva en la medida que permite construir su identidad, defender su yo, sostener sus convicciones y, por lo tanto, lo ayuda a crecer.
Pero la contracara es la violencia patológica, aquella en la cual se produce un daño físico o psicológico al otro, sea intencional o no. Y ese daño es desmedido en relación al hecho causal que lo desencadena. El castigo es asumido como el modo principal de resolver conflictos e imponer la autoridad. Ésta es la violencia que debemos erradicar para lograr una sociedad más justa, que valore los merecimientos y respete las discrepancias.
Recomendaciones
1. Demostrar afecto
Los niños necesitan sentirse queridos, por lo que todo el cariño que les tenemos debe concretarse en hechos: un diálogo ameno (en el que los padres tenemos que aprender a escuchar más), juegos compartidos (preguntémonos cuánto tiempo jugamos con nuestros niños), apoyo de iniciativas, estímulo de sus capacidades, caricias, besos, reconocimientos, etc. Son pilares fundamentales para definir el comportamiento, porque SÓLO EL QUE RECIBE AMOR PODRÁ ACTUAR CON AMOR.
2. Educar con el ejemplo
La relación que los padres o cuidadores tienen entre sí constituye un modelo a imitar por los niños. Es preciso evitar que los menores presencien discusiones; si son testigos de las mismas es importante demostrarles que los conflictos pueden resolverse pacíficamente. A veces es necesario callar en aras de la convivencia (aunque creamos que nos asiste la razón).
Los padres deben encontrarse emocionalmente equilibrados para enfrentar las situaciones estresantes. Por ello se aconseja un buen descanso, una actitud de disfrute de las cosas cotidianas, tiempo suficiente para la privacidad, la recreación y el goce de la vida conyugal, se procurará valorar debidamente aquello que se tiene; si no se dan estos momentos disminuye significativamente la tolerancia y aumenta el riesgo de conductas violentas.
3. Poner límites (Disciplina)
Todos los niños necesitan disciplina, es decir, enseñarles lo que es correcto. Si ellos no pueden separar lo bueno de lo malo terminarán por ser inseguros e infelices. La disciplina no debe implicar para el niño obediencia ciega, sino crear un sentimiento de aceptación de normas. La familia deberá acordar qué comportamientos quieren ver repetir y qué no pueden tolerar; este acuerdo es de vital importancia a fin de que el mensaje que el niño reciba sea único. Debe tenerse en cuenta que no puede procurarse que un niño tenga el comportamiento de un adulto, lo cual es importante al definir los límites de la conducta permitida; se buscará un punto intermedio entre la permisividad absoluta y la rigurosidad abusiva.
La disciplina debe ser amable, no debe haber rabia o enojo; se usará un lenguaje calmo, sin exaltarse; indudablemente este proceder requiere un elevado autocontrol. Pero además la disciplina debe ser constante y consistente (igual respuesta frente a la reiteración de la misma falta).
No hay un modelo único de cómo disciplinar a los hijos, pero sí pueden citarse algunas pautas básicas:
· No establecer reglas en el momento de la transgresión. Las estrategias de prevención son más eficaces que las de intervención cuando el problema se produce. Es útil hablar de situaciones hipotéticas, a fin de definir las conductas más apropiadas ante las mismas (por ejemplo, reacción frente a provocaciones).
· Todos deben aplicar las reglas del mismo modo, es decir, ser congruentes.
· Los efectos de la disciplina no deben ser peores que los de la transgresión. No victimizar al niño.
El castigo físico para disciplinar lleva a conductas antisociales en la infancia, y a violencia y otros delitos en adultos. Sin duda tiene amplia vigencia el principio que postula QUIEN PEGA PARA ENSEÑAR, ESTÁ ENSEÑANDO A PEGAR”.
En lugar de la agresión física, se podrá recurrir a otros métodos que brindan mejores resultados:
· Aislamiento: frente a una situación que no pueda contenerse, es recomendable ubicar al niño en un rincón o lugar destinado al efecto, donde no pueda jugar ni ver televisión, donde no existan riesgos ambientales, y sin distractivos (distanciado de otros miembros de la familia). El tiempo de separación de la situación debe ser corto, pero suficiente; algunos autores postulan un minuto por año de edad. Esta medida debe aplicarse en forma inmediata y repetirse cada vez que se reproduzca el comportamiento indeseable.
· Cesación de privilegios: consiste en negarle al niño algún beneficio o deseo de manera transitoria. Se debe explicitar durante qué tiempo y cumplirlo estrictamente.
· Recompensas: las gratificaciones, alabanzas o aplausos por las buenas acciones del niño son mejores que los regaños o castigos, y son fuente de aprendizaje de igual manera que los éxitos y los fracasos nos enseñan a los adultos.
4. Manejar la ira
La ira, la rabia, o el enojo descontrolado son reacciones que suelen presentarse entre los niños, especialmente aquellos que poseen un temperamento impulsivo, con bajo umbral para responder a estímulos que les son desagradables, con mayor intensidad en su reacción, o con dificultades para consolarlos. Existen tres actitudes principales que pueden adoptarse para evitar la violencia relacional:
§ Ignorar el hecho: esta respuesta es adecuada frente a niños pequeños, preescolares, ante una rabieta o berrinche. Cuando el niño se encuentra en una crisis de esta naturaleza es difícil y frecuentemente inútil poder dialogar.
§ Autocontrol: es de gran utilidad aprender a no actuar impulsivamente, no responder de manera inmediata, conservar la calma como muestra de valor y de madurez (contar hasta diez).
§ Resolución pacífica de conflictos: este recurso se basa en la mediación para resolver las disputas. Pretende hacer notar que nadie es dueño de la verdad absoluta, que cada uno tiene un poco de razón, que el daño físico o psicológico hacia el prójimo también afecta al agresor. Frente a la discusión entre dos opciones, busca alternativas intermedias que dejen satisfechas a ambas partes, para que de esta conciliación resulten todos fortalecidos.
5. Limitar el uso de la Televisión
El mirar televisión es uno de los pasatiempos más importantes y de mayor influencia en la vida de los niños y adolescentes. La televisión puede entretener, informar y servir de compañía, pero también puede producir en ellos efectos indeseables: resta tiempo a actividades saludables (lectura, trabajo escolar, juego, interacción con la familia y el desarrollo social), dificultad para separar la fantasía de la realidad, imposición de modas o conductas no acordes con los modelos familiares, etc.
Los programas de televisión tienen una gran influencia en los niños debido a su repetición constante y porque se bombardea a los pequeños a través del sentido visual y auditivo simultáneamente.
Sin duda existe violencia en los medios de comunicación, entendiéndose como tal a las representaciones de actos de agresión física de una o más personas en contra de otras.
Está comprobado que la violencia en las escenas televisivas tiene un papel importante en la conducta del niño, predisponiendo a actitudes violentas. Mientras mayor sea el tiempo de permanencia del niño frente a la pantalla, existe un más alto riesgo de conductas antisociales presentes y futuras.
Algunas recomendaciones para el mejor uso de la televisión son:
§ Poner límites a la cantidad de tiempo que los niños pasan ante el televisor.
§ Apagar el televisor durante las horas de comida en familia y de estudio.
§ No permitir ver los programas cuyos contenidos no parezcan apropiados para los niños, por la violencia de sus escenas, el lenguaje empleado, discordancia de valores, etc..
§ Seleccione programas adecuados para el nivel de entendimiento de los niños.
§ Comparta momentos de televisión con sus hijos; aproveche para explicarles el porqué de lo que se plantea. De este modo la T.V. tendrá una función educativa para el niño.
§ No resulta conveniente colocar el televisor en el dormitorio del niño.
§ Ofrezca alternativas de actividades saludables: lectura, deportes, etc.
Un párrafo especial merecen los video juegos: su objetivo es desarrollar estrategias contra un adversario, destruirlo o dominarlo. Para ello recurre a destrezas, engaños, ocultamientos, etc. El repetir sistemática este patrón en la vida cotidiana lleva sin duda a la génesis de actitudes violentas.
Palabras finales
La educación de nuestros hijos requiere que los padres nos formemos en el maravilloso arte de la crianza. Es un aprendizaje cotidiano, sobre la marcha, “haciendo camino al andar”, en el que cada uno busca corregir los errores de su propia experiencia de vida. A través de este aporte apuntamos a brindar una guía para una crianza saludable, sin violencia, que forme personas de bien que dignifiquen la sociedad del mañana.
Comité de Pediatría Ambulatoria
Sociedad Argentina de Pediatría
Filial Córdoba

sábado, 4 de febrero de 2012

INTERNET Y LOS NIÑOS


CÓDIGO DE NAVEGACIÓN SEGURA

1. El niño NO debe hacer uso de Internet sin la supervisión cercana de un adulto responsable.

2. La computadora debe estar ubicada en un lugar común del hogar y su pantalla estar a la vista.

3. Navegue, chatee y converse de manera frecuente en compañía de sus hijos: “Compartir Internet“.

4. Enseñe a sus hijos a consultarlo antes de facilitar datos personales mediante correo electrónico, salas de chat, foros y formularios personales.

5. Hable a sus hijos sobre la sexualidad responsable, ya que los niños pueden encontrar contenido para adultos o pornografía en línea. Anime a sus hijos a que lo informen sobre situaciones desagradables que experimenten.

6. Elija un sitio adecuado para sus hijos como “página de inicio”. Arme y supervise una lista de sitios favoritos.

7. Converse con sus hijos sobre sus amigos y actividades en línea del mismo modo que sobre otra actividad del mundo real en la que empiezan a conocer personas nuevas.

8. Enseñe a sus hijos a tener un comportamiento en línea responsable y ético, y demuéstreselo usted mismo con el ejemplo.

9. Comunique a sus hijos que usted estará al tanto de sus actividades en línea.

10. Preste atención a lo que sus hijos le informen, escúchelos y acompáñelos en estas etapas de descubrimiento.

CUIDADOS DEL RECIEN NACIDO EN EL HOGAR


Cuidados Del Cordón Umbilical

Es importante mantener el cordón umbilical limpio y seco para evitar infecciones.
Las señales de infección son el enrojecimiento, el mal olor o la presencia de secreciones.

a- Mantenga el pañal del bebé doblado por debajo del muñón del cordón, para que esté aireado y la orina no lo humedezca.

b- Cada vez que cambie el pañal, limpie la base del cordón con alcohol medicinal; no deje gasa embebida en alcohol en la base del muñón. Paulatinamente el cordón adquirirá un aspecto oscuro, endurecido y arrugado, con la base rosada y seca.

c- No le tenga miedo a la limpieza del cordón umbilical; no duele. Tal vez le produzca molestia al percibir la sensación fría del alcohol.

d- Cuando la base del cordón se desprenda (entre los 5 y 15 días aproximadamente) pueden aparecer algunas gotas de sangre, no se alarme. Si continúa sangrando o hay señales de infección, consulte al pediatra.

e- Una vez "caído" el muñón umbilical, continúe la limpieza con alcohol por un par de días; ahora podrá bañarlo e higienizar la cicatriz con agua y jabón blanco no perfumado.

f- No coloque sobre el ombligo cuerpos extraños como monedas o botones, tampoco utilice ombligueros.
Existe la posibilidad de formarse pequeñas hernias, que suelen ser bien toleradas y de curación espontánea.

Bañar a su Recién Nacido

El baño debe ser un momento alegre tanto para los padres como para el bebé; esta actividad le permite al recién nacido disfrutar sin la limitación de la ropa. También es buen momento para que el bebé y los padres se conozcan, se toquen y se miren.
Usted será quién decide cuando será la hora del baño. Seguramente compartirlo con el padre puede ser el momento; es prudente hacerlo antes de comer, si lo hace después puede tener vómitos.

La frecuencia del baño la decide usted; en época invernal lo puede hacer cada 2 o 3 días, en verano tal vez convenga hacerlo todos los días e incluso más de una vez.

Seguridad para el baño:

a- La temperatura del agua debe estar alrededor de 36°C ; una sencilla forma de saber la temperatura ideal, es tocar el agua con el codo, el no percibir ni frío ni calor indica la temperatura adecuada.

b- La habitación no debe tener ventanas abiertas ni ventiladores encendidos.

c- Nunca deje a su bebé sólo, ni por un segundo. Si suena el teléfono o alguien toca a la puerta, ignórelos y termine el baño. Los accidentes pueden ocurrir rápidamente.

d- Siempre sostenga la cabeza del bebé mientras lo bañe; un bebé cubierto de jabón puede resultar resbaladizo.

Cómo Bañarlo:

a- Use una bañadera pequeña con agua corriente a la temperatura indicada en el párrafo anterior.

b- Coloque a su alcance todo lo que necesita.

c- Lávese las manos.

d- Para la limpieza de la cara use únicamente agua y séquela enseguida.

e- Para los oídos no utilice hisopos ni cotonetes.

f- Mientras su bebé está recostado en la bañadera, levante la espalda y la cabeza con su brazo, sostenga la cabeza con su mano y recargue la espalda en su antebrazo. Esta posición le dará al bebé una sensación de seguridad y a UD. confianza en el manejo corporal.

g- Utilice una esponja jabonada y pásela suavemente; enjuague con agua. Séquelo con toalla limpia y suave.

Cuidados Especiales:

a- Puede utilizar talco o fécula de maíz de la cintura para abajo.

b- Es conveniente no utilizar jabones muy perfumados o champús para bebés.

c- En la higiene del pañal utilice linimento óleo calcáreo, haciendo la limpieza de adelante para atrás.

d- Si el cuero cabelludo está escamoso, seco o grasoso aplíquele aceite de almendras, déjelo actuar durante 6-8 horas y luego pásele toalla suave; repita el procedimiento.

COMO FAVORECER El ERUCTO

Mientras se alimentan, los recién nacidos ingieren aire. En el estómago ese aire provoca plenitud y malestar. Esto puede hacer que su bebé deje de comer antes de tiempo. Hacerlo eructar favorece la expulsión del aire retenido en el estómago y mantenerse cómodo.

Si le está dando el pecho, hágalo eructar antes de darle el segundo pecho.

a- Acomode a su bebé sobre su cuerpo, para ejercer algo de presión en el estómago.

b- Con su mano aplique palmaditas suaves o frote su espalda.

c- Se aconseja posicionarlo de tres maneras: Sobre su hombro, volteado hacia abajo sobre sus piernas o sentado.

Pruebe y adopte la posición que mayor beneficio produzca. Recuerde que al eructar puede eliminar leche. A medida que su bebé crece, requerirá menos necesidad de eructar.

Sociedad Argentina de Pediatría

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